Testimonios de Viernes Santo - Rosa Amelia Terriza
Hoy inauguramos Testimonios de Viernes Santo con Rosa Amelia Terriza Campillos, nuestra primera Hermana Mayor.
DEL NACER... AL SER NEGRO
Llegado este tiempo de cuaresma, nos rodeamos de un clima de
mayor recogimiento y oración. Es tiempo de reflexionar, dirigiendo el enfoque a
rememorar la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y de observar la
relación que mantenemos con El. Cuantas veces me he colocado frente a la
hornacina de la magnífica talla de Lastrucci y mientras medito, observando su
dolorido cuerpo yaciente, vienen a mi cabeza recuerdos de tiempos pasados y
presentes que evocan en mí diferentes sensaciones. Tantos momentos vividos en
torno a mi querida Hermandad” santísimo Cristo del Sepulcro”, que sin duda
tienen su culmen en la noche del Viernes Santo.
Desde que mi conciencia existe y mi corazón late, recuerdo
distintas vivencias acaecidas relacionadas con
La Semana Santa. Varios momentos y experiencias que a lo largo de mi
vida, han ido perpetuando este nexo de unión con esta gran familia de “Los
Negros”.
Cuenta mi madre Rosi, que una de las primeras cosas que hizo
mi padre Anastasio, cuando yo aparecí en sus vidas, fue hacerme Hermana del
Sepulcro. Como si se tratase de una marca de nacimiento, debí de nacer con el
escudo de la hermandad grabado en mi alma. Así recibí a modo de herencia,
pertenecer a esta gran familia. Desde bien pequeña, recuerdo como se vivían
estos días en el seno de mi familia, la
pasión y dedicación con la que mi padre ejercía sus obligaciones como miembro
activo de la junta directiva. Fueron muchos años desempeñando distintos cargos,
impregnando y contagiando con su ilusión a tanta gente...En numerosas ocasiones
me han comentado “soy negro, por tu padre” y gracias a él, yo también.
Así fue un día, de forma temprana, que mi padre marchó con
El Señor. Por cosas del destino, o no, yo recibí el testigo. De esta forma y a
propuesta de Román Cejudo, pasé a formar parte de de la Junta Directiva, sin
llegar a poder cubrir ese hueco que mi padre, sin duda dejó. Poco a poco, con
mi cargo de vocal, me fui integrando más de lleno en la vida de La Hermandad.
Posteriormente y de la mano de Marcelino Ruiz de la Hermosa, pasé a formar
parte de su equipo de trabajo, en esta ocasión haciéndome cargo de la
Secretaría. Así completé mas de 7 años de mi vida, haciendo de la mejor manera
posible, las tareas que se me habían
encomendado. Sin duda, durante todo este tiempo, he vivido las noches de
Viernes Santo más intensas de toda mi vida. Diferentes a las de mi infancia,
eso si, con el sentimiento de la responsabilidad que un cargo confiere,
aprendiendo y disfrutando de cada momento.
Posteriormente y una vez conocida la Hermandad desde dentro,
he podido comprobar que este hecho ha sido totalmente enriquecedor para mí,
como persona. He podido sentirme más cerca de Dios, pues se me ha facilitado
Formación Cristiana. He conocido a gente maravillosa y he estrechado grandes
lazos de amistad y compañerismo con mis hermanos Negros. Esta experiencia en el
seno de la junta, es totalmente positiva y recomendable. Todo Hermano de Los Negros que se precie, debería en algún
momento de su vida, poder formar parte de la Junta Directiva. No sólo se
nace...se hace.
Con la añoranza de los tiempos vividos, pero con la ilusión
de nuevos tiempos, afronto este año. En
esta otra etapa de mi vida, La Semana Santa 2020, será para mí, única e
irrepetible. Encaro con gran entusiasmo estos días venideros, siendo muy
consciente del privilegio que este año me ha tocado vivir. No puedo hacer otra
cosa que acordarme de todas aquellos hermanos y hermanas negras, que al igual
que mi padre marcharon y quedó truncada su ilusión por ser Hermanos Mayores.
Este Viernes Santo cuando camine bien cerca de nuestro Cristo Del Sepulcro,
pensaré en todos ellos. Ojalá y todos pudiésemos alguna vez disfrutar de estas
sensaciones, mientras tanto…reflexionemos y demos gracias a Dios por estar
vivos.
Que bonitas palabras, emocionantes,.
ResponderEliminarDecirte q disfrutes mucho de tu cargo y felicitarte. Un saludo